
por: Vanesa Restrepo B.
Cuando se trata de elegir cubiertos para el servicio en un restaurante u hotel, pocas veces se tienen en cuenta elementos que trasciendan el diseño y el precio. Sin embargo asuntos como la falta de cuidado, inadecuado mantenimiento o mala calidad en los materiales puede terminar creando un hueco en las finanzas de cualquier establecimiento.
Y es que a pesar de ser componentes fundamentales para un restaurante, sólo se piensa en cubiertos al momento de abrir el negocio o hacer una importante renovación en el mismo. Por eso es importante evaluar la calidad del producto, certificar el material con el que están fabricados y establecer parámetros claros de mantenimiento con los empleados.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de los cubiertos de buena calidad disponibles en el mercado tienen un tiempo de vida útil estimada en 10 años, según lo explica Margarita de los Ríos, gerente de firma International Supply: “En algunos casos, con un adecuado manejo, es posible llegar a tener un cubierto de buena calidad y en excelente estado hasta por 15 años, tal y como lo hemos visto en algunas cadenas hoteleras del Caribe colombiano”.
Materiales duraderos
Expertos consultados por GERENCIA DE HOTELES Y RESTAURANTES, entre los que se encuentran Javier Reyes, gerente de Proyectos de Latin Hotel; Margarita de los Ríos, gerente de International Supply, y Justin Soucy, director de Ventas de Guillesa Internacional y Global Caribbean; aseguraron que el material es la clave para tener una cubertería de buena resistencia, apariencia agradable y gran duración.
El acero inoxidable 18/10 es el que presenta mejor desempeño, ya que no altera el sabor de las comidas, gran resistencia a la oxidación y brillo. Eso sin contar que su mantenimiento es mucho más sencillo que el de otros materiales.
Actualmente la mayor parte de los cubiertos del mercado están fabricados con este material y, de hecho, casi todos los hoteles de más de tres estrellas usan este tipo de cubiertos para sus restaurantes y servicios alimentarios, explicó Justin Soucy, y precisó que los establecimientos con categoría inferior generalmente recurren al acero 18/0, que tiene una menor duración.
De acuerdo con Margarita de los Ríos, la mejor forma de verificar que el material sea auténtico es asegurarse de que atrás del cubierto esté la inscripción 18/10.
Por su parte, Javier Reyes explicó que entre los cubiertos fabricados en 18/10 el único que se adhiere a los imanes es el cuchillo, pues tiene una hoja de carbono que le aporta resistencia y flexibilidad en el extremo diseñado para el corte. “Mucha gente prueba los cubiertos con imanes, pero no saben que el acero inoxidable no funciona magnéticamente”.
Sin embargo la técnica del imán es útil para diferenciar los elementos elaborados a partir de 18/10 y los fabricados en 18/0. Estos últimos sí son susceptibles a la actividad de un imán, además de que puede llegar a ser fácilmente doblado, cosa que no ocurre con los primeros.
Eligiendo lo mejor
Antes de seleccionar un cubierto en especial, lo primero que deben considerar los administradores es la especialidad que tendrá el restaurante. “El tipo de ambiente hace que varíen los elementos. En un restaurante italiano, por ejemplo, la decoración es moderna y por lo general se usan cubiertos lisos, no muy gruesos, largos, de buen peso y algunas veces cuadrados, mientras que en los restaurantes mediterráneos se evita el uso de cubiertos con grabados porque esos lugares son susceptibles a la acumulación de partículas salinas del ambiente que terminan oxidándolos”, aseguró Javier Reyes.
Si se trata de un hotel también hay que considerar el área de servicio que lo utilizará. En palabras de Margarita de los Ríos, “si es un room service o una cafetería se deben buscar elementos lisos que sean de fácil lavado, porque la velocidad de uso es mayor. En cambio los cubiertos con diseños deben reservarse para el restaurante principal”.
Antes de hacer la compra de cubiertos, Justin Soucy recomienda pedir una muestra de los mismos al proveedor y comer con ellos para determinar cómo se sienten, si su peso y balance son adecuados y si el agarre es bueno. Adicionalmente, verificar la calidad en los acabados: que los grabados estén por ambas caras del mango, que las puntas del tenedor estén alineadas correctamente, que no haya manchas ni problemas en el pulido y que el cuchillo tenga el filo suficiente.
“Pocas veces se presentan problemas de fábrica, pero siempre es recomendable recurrir a un proveedor que garantice el producto, que comercialice buenas marcas y, lo más importante, que siempre tenga stock disponible para reemplazar cualquier cantidad de piezas en el momento que se necesite”, declaró Soucy.
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